De esta agua no beberé

27.07.2014

En la Biblia se indica que «el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas».

Mucho antes, la cosmogonía sumeria establecía que el mar existió primero y de él nació el cielo y la tierra. Según la leyenda babilonia de Enuma Elish (alrededor de 1700 a. C.) el océano de agua dulce Apsu y el océano de agua salada Tiamat (entidad masculina y femenina respectivamente) crearon a los dioses, quienes a su vez crearon el mundo.